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lunes, 27 de junio de 2011

¿Cómo y con quién revisamos nuestra vida?

Llega un momento tras nuestra muerte física que toca revisar nuestra vida. Esto lo hacemos en diferentes escenarios, con diferentes métodos y almas maestras. Para ver qué sucede aquí nos centraremos en las investigaciones de Raymond Moody y Michael Newton. Es un tema largo, por lo que trataremos de resumirlo de la manera más sencilla y clara posible.

Una vez que estamos ya en el otro lado, habiendo experimentado lo que relatábamos en los post anteriores sobre preguntas fundamentales, nos toca experimentar todo aquello que hemos hecho en la Tierra, lo bueno y lo malo. La finalidad de esto es ver en primera persona las consecuencias de nuestras acciones y de nuestras omisiones. Los pacientes en hipnosis relatan que son llevados a una especie de sala en la que se recrean las escenas que tuvieron lugar en la Tierra, es como volver a vivir un suceso. Todo el daño que hemos hecho lo experimentaremos en propia piel, nos pondremos en los zapatos de nuestras victimas. Sucede igual con el bien que hacemos. La gente que en la Tierra hizo mal (un mal no exagerado, ya que la gente verdaderamente mala va a otro lugar de aislamiento del que hablaremos más adelante) tendrá que revivir aquí todo eso, hasta que aprenda que sus acciones tenían consecuencias. Un paciente relata a Raymond Moody que en su vida fue un general Nazi y tras su muerte tuvo que experimentar el horror que hizo pasar a los presos, a los familiares de estos, etc. Y asegura que fue la experiencia más horrorosa de que había vivido. Era el peor infierno que podía imaginar, aunque no tenía nada que ver con los infiernos que describen las religiones.

Tras vivir este aprendizaje, llega el turno del Consejo de Mayores. Michael Newton lo explica así: “No mucho después de que las almas ha regresado a su grupo, son llamados a compadecer ante una asamblea de seres sabios, un grado o dos por delante de nuestros Guías. Estos grandes maestros son las más avanzadas entidades identificables que mis pacientes ven en el mundo del espíritu”

Aunque ningún paciente de ningún terapeuta relata haber visto a Dios, a esa energía infinita superior, en este tribunal sí dicen notar lo que ellos denominan “la presencia”, una energía que emana desde lo alto y que saben que es diferente a cualquier otra energía. Esa presencia está ahí para ayudar en todo el proceso del Consejo. Este consejo es el encargado de volver a revisar con nosotros nuestra vida, ver nuestros defectos y virtudes, y orientarnos hacia nuestra siguiente reencarnación. Con los miembros de este consejo nos reunimos después de morir en la Tierra y, muchas veces, poco tiempo antes de volver a reencarnarnos. Un paciente de Newton relata: “al consejo no le interesa cuántas veces caímos en nuestros progresos a través de la vida, pero sí le interesa nuestro coraje y valor para superarnos y hacernos fuertes”

Hemos visto que tras nuestra muerte en la Tierra revisamos nuestra vida recreando los hechos pasados. Después (o en algunas ocasiones, antes) somos llamados al Consejo de Sabios, donde volvemos a revisarla con ellos y en donde somos orientados. Tras esto todavía queda una manera de revisarla, en la que además podemos estudiar con detalle todo lo que hicimos mal. Esto lo hacemos en los llamados archivos akásicos, o bibliotecas akásicas.

Absolutamente todo lo que hacemos en nuestra vida emite una energía. Esa energía queda registrada en nuestro “libro de vida”, que se guardan en estas bibliotecas. Allí es donde podremos volver para examinar de cerca todo lo que hicimos y todo lo que podíamos haber hecho. En este proceso contamos con la ayuda de muchas almas, entre ellas nuestros Guías y los Guías de estos archivos. Podemos tomarnos todo el tiempo que necesitemos para estudiar nuestros errores antes de regresar a la Tierra.

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